El Superintendente de Industria y Comercio (SIC), Pablo Felipe Robledo Del Castillo no solo ha sido objeto de generosos regalitos y agasajos como el que le brindaron los gremios del Atlántico en Barranquilla, en cabeza de la presidenta ejecutiva de la Cámara de Comercio, María José Vengoechea.

Robledo Del Castillo también es generoso al momento de agasajar, sin importarle que los millonarios gastos salgan del bolsillo de los colombianos.

Es tanta la generosidad del Superintendente Robledo que tiene muy en cuenta fechas especiales para derrochar el dinero público.

Muestra de ellos son las celebraciones de Halloween y Novena Navideña de 2014, entre otras, cuyos gastos ha intentado disfrazar con rubros diferentes y con exóticas denominaciones.

De acuerdo con la más reciente auditoría adelantada por la Contraloría General de la República, en la contabilidad presupuestal de la Superintendencia de Industria y Comercio  fue identificado el registro de $29,7 millones de la cuenta por pagar No. 752014, Obligación No. 899814, en el rubro de Gastos de Inversión C-520-200-11 “Fortalecimiento y modernización del sistema de Atención al ciudadano”.

Según el ente fiscal, este gasto en realidad correspondía reconocerlo en el rubro de funcionamiento A-2-0-4-21-4 Servicios de Bienestar Social.

Realmente, “la transacción de la referida cuenta es el pago de servicio para la celebración del día de Halloween para adultos de la SIC, programa pre pensionados SIC y Novena Navideña, el cual es concepto de Bienestar Social”, advirtió la Contraloría.

En concepto del grupo auditor, “la situación indicada se origina en deficiencia del control de legalidad de la información presupuestal, asunto que atañe al Sistema de Control Interno Contable y tiene efecto en la consistencia de la constitución del rezago presupuestal 2014”.

Para el Grupo Auditor, “lo anterior contraviene el artículo 18 del Decreto 111 de 1996 –Estatuto Orgánico del Presupuesto- según el cual las operaciones deben referirse en cada órgano de la administración a su objeto y funciones y se ejecutarán estrictamente conforme al fin para el cual fueron programadas”.

En otras palabras el gasto fue asignado a un rubro equivocado, quizás con el propósito de disfrazar el verdadero objetivo del mismo, lo cual es objeto de cuestionamientos por parte de la Contraloría.

Lo que más se cuestiona es que las entidades del Estado malgasten los dineros públicos en este tipo de celebraciones. Ojalá que los cuantiosos gastos de Halloween y Novena Navideña de 2014 no se repitan en 2015.